Profesor responsable: D. Juan Antonio Cortes.
El juego de las ranas consistía en llevar las tres ranas de una orilla hacia la otra y las tres ranas de la otra hacia la una. Las dos únicas reglas fueron:
1. Una rana puede saltar a la siguiente piedra vacía.
2. Una rana puede saltar por encima de otra siempre que la siguiente posición este vacía.
Juan José, Jacinto y Juan estrujándose el cerebro
La mitad del grupo de 1º ESO en plena faena.
En dos bancos experimentábamos con el juego de las ranas.
Parece que el sol le molestaba a Iván.
Un saludo a Sebastián: esperamos que esté bien en su país.
En esta misma clase también estudiamos el juego de los caníbales. En nuestro caso, sustituimos los caníbales por animales carnívoros y los monjes por herbívoros. El juego consistía en llevar todos los animales de una orilla hacia la otra. Las reglas eran:
1. Si en una orilla el número de carnívoros era superior al de herbívoros aquéllos se podían comer a éstos.
2. En cualquiera de los viajes de ida y vuelta siempre ha de viajar un animal como mínimo o dos como máximo.
María y Juan José pensando en la solución.
María consiguió encontrar la solución al problema.
Excepto Carlos, que se echó la siesta (aunque era primera hora) y Eusebio que no le gustó nada el juego (quizás porque no quería calentarse la cabeza) al resto le pareció una actividad entretenida.